Llovió estos días superabundantemente y los canalones de muchas casas de la villa, se encargan de dar duchas a los desprevenidos transeuntes. No les agrada mucho en estos tiempos el chaparron, como es natural, y desean de la Alcaldía ordene con la rapidez que el caso requiere que imponga a los dueños de los edificios cuyos canalones no están en condiciones la obligación de repasarlos.
Nada más justo.
La Comarca 6 de octubre de 1929