(...) Cuántas veces la hoy casi muda campana de esta Ermita, que entonces se llamaba Santisima Trinidad de la Atalaya, habrá repiqueteado estentoreamente avisando asi a los vecinos de que por el horizonte se divisaba alguna nao pirata y de inmediato había que tomar posiciones para defender el pueblo y a sus gentes, del saqueo, el incendio y el pillaje de todo tipo, que de todo había.
J. Antonio Penouco Ramos en La Comarca de 26/2/1984