O Sr.Pérez Vacas lle volta a preguntar se se gastaron 60.000 euros en mantemento e o Sr.Alcalde contesta que o Centro adoece de problemas de humedades, salitre, etc. e estaba nunha situación lamentable e a través da Deputación conseguiron unha axuda a finais do 2008 de 600.000 euros para iso, e cunha empresa se fixo, utilizando as marxes e os instrumentos da lei de Contratos, pero non chega.
O Sr.Pérez Vacas volta a preguntar se hai fianza e hai contrato, e se se licitou e como se adxudicou. O Sr.Alcalde pola súa parte contesta que houbo os requisitos que marca a Lei de Contratos. O Sr.Pérez Vacas pregunta se non houbo contrato e o Sr.Alcalde dí que houbo os requisitos que marca a Lei de Contratos das Administracións Públicas.
Deliberase entre o Sr.Pérez Vacas e o Sr.Alcalde sobre as marxes de contratación na Lei de Contratos do Estado.
Y esta es nuestra pregunta sobre lo anterior:
Que basandose en lo acordado por el Pleno del Ayuntamiento el 13 de septiembre de 2004, se le formula al Alcalde del Ayuntamiento de Ribadeo las siguientes preguntas:
1) ¿Qué obras se hicieron en el Centro de Día y costaron 600.000 euros (100.000.000 Ptas) y donde se puede verificar que se había hecho un buen uso de ese dinero?
de José Alonso y Trelles
Del Prólogo de la primera edición)
x Juan Carlos Paraje Manso
Yo soy el espejo de mi siglo. Si en lo que en mi se retrata nos os complace ¿qué culpa tengo yo? Portolés.
En la Sala Segunda de la Audiencia Madrileña, atestada de público en el que predominan las féminas, se juzga a un hombre por uso indebido de nombres, uniformes y títulos,más de un centenar
de estafas y otros engaños. No se trata ahora de acusarlo-tal juicio corresponde a muy diversos tribunales-de los siete matrimonios ilícitos que contrajo, casi todos fuera de nuestro país. El autor de estos delitos es un elegante caballero que no aparenta mucho más de treinta años, de elevada estatura y sonrosada tez, que ocupa el banquillo de los acusados con la misma disciplente naturalidad que una silla en la terraza de un café y que se levanta con la sencilla majestad de un principe para contestar, a las preguntas que la Ley le hace, de forma tan ingeniosamente ambigua y natural que no hay forma de atraparlo en contradicción alguna.
Más cuando el Fiscal, con abrumadora eficacia, hace recuento y relación de sus delitos, cuando lo bombardea a mansalva con los argumentos irrefutables de la acusación,el reo finge perder la razón, desorbita los ojos, palidece, grita y se desploma en el suelo con el arte del más consumado actor.
Pero este hombre, uno de los seres mejor dotados de que se haya tenido noticia, que, como una broma del Averno, semeja un satánico embajador destinado a hacer que se tambaleen todas las instituciones humanas, y que produce en el público sentimientos encontrados de curiosidad, repulsa, y fascinación, tiene como defensor a don Roque Guimart, expertisimo abogado que, secundado por los doctores Garibay y Vidriera, consigue que Tomás Portolés, Rafols, también nombrado Enrique Sampedro, Antonio Villamil, Principe Alberto de Battemberg, José María de Urrutia, Francisco Martínez Cañabate, Julio Gádor, Isidro García Ramirez, Juan Edinson, Antonio Llupiá, Federico Ambrosio, Luis de Guevara, Danilo de Somoza, Odón de la Riva, Fernando Caamaño Bonella, José María de la Cuesta, Mister Harrison, etc, sea considerado, ante la estupefacción de las gentes conceptuadas como cuerdas, como un caso incurable de delirio crónico y personalidad múltiple; con lo que el Alferez de la Armada, Príncipe, nabad en Paris, financiero en Nueva York, Duque de Rusia en la Costa Azul, Archiduque de Austria en Venecia, Nuncio de la Santa Sede en Munich, conferenciante de la Real en Hispanoamérica, cineasta en Hollywood, Capitán de Infanteria, cura, fraile, deportista, aviador, hacendado, detective, Capitán de la Guardia Civil y todos cuantos etceteras la imaginación pueda añadir, no es más que un pobre enfermo que ...terminó volviendo loco a medio mundo.
Este fascinante caballero estuvo -”naturalmente”- en Ribadeo, y más de una vez (1)
De su larga y notoria estancia-de la que todavía muchos ribadenses pueden dar fe- tiene puntual reflejo el semanario “Ribadense” que, en su minuciosa sección de noticias, con la ampulosa terminología de la época, inserta el 13-7-16: Está pasando unos días en esta Villa el distinguido sportman D. Fernando Caamaño Bonella, simpático joven perteneciente a una familia de grandes capitalistas de Venezuela.
¡Ya lo creo que era simpatico don Fernando! Buen mozo (media 1,75) enfundaba su deportiva esbeltez en trajes de impecable corte. Frisaría en aquel entonces los 30 años y su rostro agradable y sonrosado se ennoblecía con la camufladora vidriera de unos lentes de cristales azules. Todos los que le conocieron coinciden en afirmar que de él emanaba un “no sé qué” de suprema distinción , y que el trato que dispensaba a personas de las más diferentes clases sociales era cordial y exquisito. Se hospedó en el Hotel Ferrocarrilana y en su cochera guardaba una potente motocicleta Harvey Davidson equipada con sidecar con la que atronaba las calles al efectuar sus continuos desplazamientos. Su principesco porte, amplisima cultura (hablaba y escribía a la perfección, además del idioma castellano, el francés, el inglés, el alemán, el italiano, el catalán y con menos suficiencia algunos otros), brillante ingenio y fabulosa fortuna, hicieron desde el primer momento que su amistad y trato fueran disputados por las mejores familias.
Al hacerse pasar por propietario de extensas plantaciones en Venezuela, recibir nutrida correspondencia de varios países y celebrar numerosas conferencias concertando ventas de café y cacao, a nuestro pueblo- que es que ni pintado para esos menesteres-cabe la gloria de haberle añadido un nuevo nombre : “El Rey del Cacao”, que junto con el de “El Millonario” era como se le conocía en Ribadeo
Su espíritu inquieto, deseoso de todas las experiencias, le llevó a subarrendar el Teatro de los empresarios Sres. Villamil y Fernández y se dedicó a la proyección de extraordinarias peliculas, rebajó el precio de las localidades y permitía la entrada gratis a los niños (2). Poco duró su nueva actividad el 19-10-16 el mencionado semanario anuncia la rescisión del contrato subscrito un mes antes. De nuevo los niños ribadenses tendrían que afanarse en conseguir 15 céntimos si querían ver las soporíferas peliculas mudas que en aquel entonces se proyectaban.
Rumboso y propinero, generoso sin arrogancias, “El Rey del Cacao” empleó a un muchacho de unos 14 años como ayuda de cámara-y así no causar molestias al personal del hotel donde se hospedaba-y terminó por cobrarle afecto y llevarle con él a correr mundo
Nada he podido hallar en el tan citado “Ribadense” de su marcha de esta Villa, que es de suponer que fuese tan misteriosa e inesperada como su llegada (3)
En su tiempo este extraordinario personaje fue causa de que corriera mucha tinta en los periódicos. Su ignorado origen – en torno al cual se tejieron las más peregrinas hipótesis- su desconcertante personalidad, sus dotes como actor, falsificador, seductor y transformista, bien lo merecían. Sin embargo, sus delitos, usurpación de cargos (las más de las veces de brillantes personajes decorativos que él representó con absoluta dignidad ) más de cien estafas de más de tres mil pesetas (a potentados y fantoches que se derritieron de orgullo ante tal honor) y siete matrimonios ilegales (con mujeres a las que hizo más felices de lo que nunca pudieran soñar) vistos a la luz cruda de las postrimerias del siglo nos inspiran, más que otra cosa, un sentimiento de regocijada admiración. Cualquier hortera de nuestros días es más cínico, perverso, audaz y criminal que Tomás Portolés, el genial impostor.
Según “Brisas del Eo” de Vegadeo de 26-1-19, en el invierno de 1.918 estuvo en Ribadeo disfrazado de cura, (Lo informa asimismo “Ribadense&rdquo y luego se pasó a Vegadeo en donde le dió hospedaje en su casa el Cura Ecónomo don Antonio Miranda durante una noche y al día siguiente se trasladó a Tapia.
El ingenio popular le dedicó esta copla:
Sus amigos del Teatro
le dijeron a “Cacao”:
Hacen falta dos taquillas
para el día del mercao.
Y “Cacao” ha contestado:
Por ahora puede pasar,
que ya os conozco, granujas
que me quereis estafar.
(3)Antes de marcharse debieron de calarlo, sino las coplas:
Otra vez el Portolés,
al rico Perú se fue
en donde dijo llamarse
Señor Gómez, don José.
---
“Cacao” “Cacao” dejate de cascarillas
y vete a pagar las deudas que debes en Casa Rasilla
Rasilla, Rasilla, no pasees a tu fiera
que vas a quedar sin moto
en medio de la carretera.
x Juan Carlos Paraje Manso
En el frio atardecer del 20 de octubre de 1.978, recibían cristiana sepultura, en el panteón familiar de su Burela natal, los restos mortales de don José González Basanta, y en ese momento se cerraba toda una época de la vida pesquera ribadense.
Hace más de veinte años que los Hermanos González Basanta, armadores de Burela, convencidos de las excelentes condiciones de Ribadeo como puerto pesquero, decidieron instalarse definitivamente en nuestra Villa. A partir de entonces la silueta de “las parejas”, una de ellas construída en la Villavieja, sería un elemento familiar para los ribadenses. Una vez más, nuestro puerto, era escenario de un intento serio de industrialización pesquera, y los desiertos, inútiles muelles, se hacían de nuevo estampa viva de febril actividad marinera. Incansables paladines de este puerto, los Hermanos González Basanta no se limitaron a desarrollar su industria, sino que, con su actividad y aliento,fueron un acicate para los pescadores y hombres de empresa de estas riberas que, aunque siempre indiferentes y esquivos a lo que a la mar atañe, fueron cobrando, merced a la presencia, ejemplo y apoyo de “Los Decanos”, como familiarmente fueron bautizados, una conciencia marinera y pescadora. Timidamente primero, con barcos equipados con todos los medios, después, el puerto de Ribadeo vivió una época de esplendor pesquero en la que era fácil ver , en una noche, hasta una docena de barcos descargando en Mirasol el producto de su trabajo, con el consiguiente movimiento de tripulaciones, compradores, transportistas, talleres y servicios, que comporta el mantenimiento de una flota, traducido en beneficios para centenares de familias de esta zona.
La empresa José González y Hnos.-que en algún momento tuvo una plantilla de cerca de un centenar de hombres, la más numerosa que empresa alguna haya tenido nunca en nuestra Villa -fue la principal causa de que el nombre de Ribadeo-rada dormida, refugio efímero en días de temporal,- sonara fuertemente y brillara con luz propia en el mundo pesquero, dió una enérgica sacudida a nuestros animos sesteantes y propició una época dorada de dificil repetición.
Año tras año, volcada toda su actividad y todos sus intereses en el mar, “Los Decanos” fueron renovando sus embarcaciones, adaptándose a las exigencias de los tiempos e incorporando los últimos adelantos técnicos. A los barcos de vapor siguieron los arrastreros de motor diesel , (protototipos de una serie de características ideales) y a las embarcaciones de madera sucedieron las de acero. Al llegar a este punto se puso de manifiesto, una vez más, el arraigo de esta empresa familiar (que siempre antepuso su prestigio a su beneficio, sus afectos a sus utilidades, su corazón a la razón) al puerto de Ribadeo. Aunque estas últimas embarcaciones estaban construidas y equipadas para fanear en el Gran Sol, siendo su natural puerto de descarga y mantenimiento el complejo portuario de La Palloza en La Coruña, José González y Hnos, siempre fieles a este puerto y a esta Ría-escenario de su fulgor y de su duelo-realizaron aquí, en varias ocasiones, las descargas del Gran Sol-una faena sin precedentes- en un esfuerzo tan inútil como entrañable, tan meritorio como desesperado, para que se erigiera nuestro puerto como base de barcos del Gran Sol.
El gesto, ruinoso económicamente, no fue (o no pudo ser) comprendido por aquellos a quienes correspondía: el puerto de Ribadeo, sin calado, utillaje, combustible, hielo, transportes, personal, varaderos ni instalaciones adecuadas, no estaba preparado para obtener lo que los grandes puertos asturianos han podido conseguir, y las flamantes naves metálicas, bien a su pesar, tuvieron que aglutinarse en el redil babélico del puerto de La Coruña.
“Los Decanos”, como gentes bien nacidas, siempre hicieron del lugar de origen su blasón: el nombre de Burela figuró siempre en el puente de sus barcos; pero su corazón, su esfuerzo, su hogar y su vida, siempre irán unidos a Ribadeo, donde supieron crearse una aureola entrañable, conquistaron y fueron conquistados y sin proponérselo ni imaginarselo hicieron época. Por ese motivo, los que tuvimos oportunidad de conocerlos, de trabajar a su lado, los que sentimos intimamente las cosas del puerto, las cosas de Ribadeo, no podremos jamás ver su insignia sin sentir un escalofrio de orgullo y de emoción, la misma emoción que nos embarga a la muerte de su fundador, don José González Basanta, un hombre esencialmente bueno-desaparecido en una época en la que se mueren demasiadas cosas y el sol se pone con frecuencia dolorosa en nuestro mar y nuestro suelo -cuyo nombre queda para siempre vinculado a la historia de nuestro puerto, que es la historia de Ribadeo. Descanse en paz.
Artículo 4.
Inicio del suministro de último recurso.
1. A partir del día 1 de julio de 2009, los consumidores suministrados por un distribuidor que no hayan optado por elegir empresa comercializadora pasarán a ser suministrados por un comercializador de último recurso. Dicho comercializador sucederá a la empresa distribuidora con los derechos y obligaciones establecidos en el artículo 45 de la Ley 54/1997,de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico. 2. A partir de dicha fecha, los consumidores suministrados por un distribuidor que no hayan optado por elegir empresa comercializadora pasarán a ser suministrados por el comercializador de último recurso perteneciente al grupo empresarial de la empresa distribuidora de su zona. En los casos en que la empresa distribuidora pertenezca a más de un grupo empresarial que cuente con empresa comercializadora de último recurso, la empresa distribuidora designará la empresa o las empresas comercializadoras de último recurso pertenecientes a sus grupos empresariales a las que les serán transferidos los clientes que no hubiesen optado por otra comercializadora. A estos efectos, la empresa distribuidora deberá comunicar la empresa o las empresas seleccionadas a la Dirección General de Política Energética y Minas y a la Comisión Nacional de Energía antes del 1 de junio de 2009,detallando los criterios de asignación de clientes. En los casos en que la empresa distribuidora no pertenezca a ningún grupo empresarial que cuente con empresa comercializadora de último recurso, la empresa distribuidora podrá elegir la empresa comercializadora a la que le transfiere los clientes que no hubiesen optado por otra comercializadora. La empresa distribuidora deberá comunicar la empresa seleccionada, acompañando la certificación de aceptación de la empresa comercializadora elegida, a la Dirección General de Política Energética y Minas y a la Comisión Nacional de Energía antes del 1 de junio de 2009. 3. En el caso de empresas distribuidoras que en el plazo indicado en el apartado anterior no hayan comunicado la empresa comercializadora elegida a la Dirección General de Política Energética y Minas, los consumidores de estas empresas distribuidoras pasarán a ser suministrados por el comercializador de último recurso perteneciente al grupo empresarial propietario de la red a la que esté conectada su zona de distribución. En las ciudades de Ceuta y Melilla se transferirán a la empresa ENDESA ENERGÍA, XXI S.L. En los casos en que la empresa distribuidora pertenezca a más de un grupo empresarial que cuente con empresa comercializadora de último recurso sus consumidores pasarán al comercializador de último recurso del grupo de la distribuidora que tenga mayor participación en la misma. En los casos en que la empresa distribuidora no pertenezca a ningún grupo empresarial que cuente con empresa comercializadora de último recurso y esté conectada a más de una distribuidora cuyos grupos empresariales si dispongan de comercializador de último recurso, sus consumidores pasarán al comercializador de último recurso del grupo de la distribuidora a través de la cual recibe una mayor cantidad de energía anualmente. Artículo 7.
Metodología de cálculo y revisión de las tarifas de último recurso.
1. Para el cálculo de las tarifas de último recurso, se incluirán de forma aditiva en su estructura los siguientes conceptos: a) El coste de producción de energía eléctrica, que se determinará al menos semestralmente con base en los precios de los mercados a plazo. b) Los peajes de acceso que correspondan.
c) Los costes de comercialización que correspondan. El precio de la media OCDE era 0,1016 US$PPC/kWh, en España ascendió a 0,1826 US$PPC/kWh, también por encima del precio medio de los países desarrollados europeos (0,1308). (Este estudio está fechado en el 2000)
Precio de las tarifas eléctricas en la Unión Europea http://www.revistasice.com/cmsrevistasICE/pdfs/BICE_2669_17-28__B00E633722BD3BB20DDEF2060B5951BE.pdf En la página 10 ver el cuadro de precios para uso doméstico
Boletin sobre su figura con el que reiteramos nuestra petición de que Ribadeo cumpla con quién formó parte activa de la vida social y cultural de esta Villa antes y después de la Guerra Civil.
Como pintor ya merecería un hueco entre los grandes.
No queremos que se olvide su nombre. "Fartos estamos de saber que pobo que esquece as súas tradicións e ten malquerencia a canto significa enxebrismo é pobo morto, é pobo sen alma nin destinos na historia." Sus palabras, su petición para otros. Ahora nosotros pedimos para él.
http://sites.google.com/site/miradasdesdeatalaia/Home
El concepto de "democracia" (gobierno del pueblo) está intimamente unido al de participación ciudadana. O dereito da cidadanía a participar nos asuntos públicos, directamente ou por medio de representantes, debe promoverse e expresarse en todos os ámbitos, tanto en referencia ás persoas individualmente consideradas, como respecto aos grupos de diversa natureza na que se integran. Os artigos 69, 70 e 72 da Lei de bases do réxime local (7/85) e o seu Regulamento de Organización (Decreto 2568/86) regulan diversos aspectos desa participación cidadá na vida pública municipal e, de maneira singular, a participación veciñal en consellos sectoriais a través de asociacións xerais ou sectoriais, tendo en conta tanto a súa especialización como representatividade. A Concellería da Muller propón aos colectivos de mulleres, á Comisión Informativa e finalmente ao Pleno do Concello de Ribadeo unha normativa particular para artellar o funcionamento, composición e outras especificacións necesarias para garantir o dereito de participación na vida municipal das cidadás de Ribadeo na que se atende ás características específicas do colectivo social ao que vai dirixido e ás particularidades organizativas que lle son propias."
Existen observatorios ciudadanos de las democracias locales y como aqui ni democracia ni observatorio pues nos ponemos a observar:
El impulso de la participación ciudadana y, a través de ella, la profundización y mejora de la democracia local, constituye uno de los objetivos fundamentales de la Agenda 21 Local y Ribadeo ha suscrito esos compromisos, incluso ido más alla ya que ha suscrito, a finales del 2008, la Carta de Aalborg +10 (más o menos coincidiendo con la movida del Plan Sectorial).
En el Reglamento del Consejo Municipal de la Mujer del Ayuntamiento de Ribadeo se dice:
"Corresponde aos poderes públicos facilitar a participación de toda a cidadanía na vida política, económica, cultural e social, como instrumento que propicie o libre desenvolvemento da personalidade, fundamento da orde política e da paz social.
2)En los años 90 (Hace casi veinte años) fue aprobado de forma unánime un Reglamento de Participación Ciudadana para acabar, como otras cosas, sepultado en los archivos municipales. Desde hace unos pocos años varias asociaciones ribadenses han reclamado un Reglamento. En Atalaia reclamamos el de los 90 ampliando a que contemple los presupuestos partipativos y una web realmente transparente y al servicio del pueblo...
4) Existe solo un Consejo Sectorial, el de la Mujer, aprobado en el 2005 pero ni convoca las Comisiones (al menos en las que debería ser llamada la represente de la Atalaia) ni facilita documentación (Y eso que el Reglamento lo regula) para que de ahi surja una verdadera partipación
4)Existen temas que por su transcendencia deben ser consultados a la ciudadanía y aquí en Ribadeo, pasó hace poco tiempo con el Plan Sectorial... del que no se volvió saber nada, y está pasando con la Linea de Alta Tensión
5) Dado las noticias que transcienden a diario a la prensa sobre el mal estado de las arcas municipales, deberían ponerse en marcha mecanismos que hagan posible el control ciudadano de las cuentas públicas.
6) Patrimonio antes y después del cargo de concejales/alcalde publicados en la web del ayuntamiento (Por Ley ya deberían hacerlo)
7) Publicidad del patrimonio municipal y de los proyectos que se tengan para Ribadeo con la debida antelación y explicados de forma clara para que todos podamos comprenderlos y así no habría polémicas como la del Ascensor de la Atalaya.
8) Que la web municipal facilite información , permita realizar trámites y sirve para realizar consultas populares.
X Juan Carlos Paraje Manso/
En el libro FALAN OS DE RIBADEO, y concretamente en el apartado correspondiente a los “alcumes” o apodos ribadenses, el benemeérito Francisco Lanza, al tratar de explicar el origen de alguno de ellos, afirma tajantemente que el de “El Turco”, apodo con el que se distinguía a la persona y a la casa comercial de don José Pérez Villamil, era aplicado como sinónimo de “malo, duro de corazón”. Desconozco los motivos, de índole general o particular que indujeron al admirado Lanza a aplicar tan condenatorio juicio, ni la importancia que confería al calificativo “malo” (vago y fulminante a la par) pero me inclino a creer que en esa definición, además del absoluto desconocimiento de las causas del apodo, se dejó llevar , más por la carga legendaria del nombre en sí-sinónimo de arcaicas resonancias , plenas de terror y devastación, de una raza belicosa que conoció épocas de indiscutible hegemonía y que aún hoy día, como domador implacable del oso ruso, conserva íntegras sus características, que por la condición humana de quién lo recibía; puesto que, si merece el nombre de malo el que hace daño a alguien, paradójicamente don José Pérez Villamil fue bautizado “El Turco” por la consecuencia retardada y pintoresca de ...todo lo contrario.Pero, sea el lector el que juzgue, una vez enterado de la verídica historia.
Una desapacible mañana de invierno -hace más o menos cien años-sorprendió a nuestros ribereños la llegada de un pailebot de exótico aspecto y extrañaa arboladura: se trataba de un navío turco que, vapuleado por el temporal y escasa su tripulación de víveres y agua, dió gracias a Ala cuando pudo echar el ancla en Figueirúa. Enterado don José Pérez Villamil -natural de Armental (Navia)- y como tantísimos otros asturianos que en otra época nutrieron nuestro censo, establecido en Ribadeo-de la delicada situación de los marinos turcos, que al parecer tampoco disponían de dinero, se brindó a servirles a crédito todo cuanto necesitaran, siendo el barco reparado en la Villavieja y surtido de los víveres necesarios para continuar viaje.
La necesidad de prolongar su estancia en nuestro puerto, fue causa de que los ribadenses se familiarizaran con las extrañas costumbres de los marinos turcos, que por nada del mundo querían carne de cerdo y ejecutaban sus aparatosas oraciones ante la atónita presencia de numerosos curiosos. Asimismo, entre el Sr. Pérez y el capitán del barco, que hablaba con bastante corrección el italiano, se fue cimentando una verdadera amistad. Llegado el día de la partida, el capitán turco se despidió de su anfitrión con grandes muestras de afecto y en prueba de agradecimiento, le regaló un salmarkán de plata cincelada y un fez de suave paño de Cachemira.
Del barco no tengo más noticias: ignoró si logro arribar a su destino, Dover, o si-San Telmo no lo quiera-los congrios juguetean con su insólita carga: Platillos de Esmirna para las bandas de Su Majestad Británica. Tampoco he logrado enterarme-y, la verdad eso me preocupa menos-si el Sr. Pérez se reintegró la suma adelantada o, por el contrario, la factura del astillero unida a las de bacalao, galleta, cecina de los Oscos, carbón de la Rúa, etc., pasó a engrosar el Libro de Morosos por los siglos de los siglos.También desconozco el paradero del salmarkán, que varios historiadores omiten. En cuanto al fez, ese ya es otro cantar: al parecer, y según la opinión de los que lo usan, su tronco- cónica cámara de aire tiene la virtud de mantener la cabeza caliente y el cerebro frio, cualidades inestimables para un comerciante y don José Pérez Villamil demostró serlo y de los buenos. En su casa de la calle del Viejo Pancho, cuya ochava ostenta sus iniciales orladas del laurel de los vencedores en el artístico antepecho, poseía un espléndido establecimiento de ultramarinos y ferretería que, andando el tiempo, se popularizaría con el nombre de “Los Perecitos”. De un viaje a Londres había traído una máquina de hacer puntas, (paradójicamente llamadas “de Paris&rdquo que fue la admiración de un país en donde sólo se fabricaban -y siguen en pleno auge-los clavos. En su huerta de la calle de San Roque, y con fórmulas traídas personalmente del extranjero, hizo composiciones y ensayos para la industrialización de los primeros abonos químicos que se usaron en esta comarca. Y fue, en fin, el que, continuando con una tradición de filantropía en las gentes acomodadas, (hoy en franco desuso)regaló el solar en que había de construirse la Casa del Pueblo.
Pero es que don José Pérez Villamil, además de comerciante y generoso, era sin duda un excéntrico, por lo cual, una vez que, una vez en plan de broma, se encasquetó el fez y comprobó sus virtudes, lo encontró tan de su gusto que ya no quiso prescindir de él, y, primero para estar en la tienda y después para pasear por las rúas ribadenses , adoptó ese exótico tocado desechando la boina d el país y mandando confeccionar otros por un sastre de la localidad.
Y ahora dime, admirable lector: sus boquiabiertos vecinos al verse provocados por la insólita presencia del buen señor, tocado con la insólita prenda, de un rojo rabioso rematada en borla dorada, ¿cuántas horas, minutos o segundos tardarían en bautizarle con el nombre de “El Turco”?
y en esa crónica va incluida nuestra opinión sobre unas declaraciones del Alcalde de Ribadeo, don Fernando Suárez, en La Voz de Galicia.
Ya en nuestro lugar de publicaciones: http://sites.google.com/site/miradasdesdeatalaia/
(Leyenda)
Siempre me ha intrigado esta puerta tapiada y, en mis frecuentes paseos, por los barrios de la Villa, cada vez que me he detenido frente a ella, me he preguntado que secreto ocultará ese muro, cual sería la causa que movió a su dueño a cegarla para siempre.
Hoy, el azar-¿el azar?-ha movido los pasos de mi nocturna caminata hacia este barrio alto de Gibraltar; un airecillo cálido estremece los hierbajos de la calle, las plantas de los tejados y hace oscilar la escasa luz, a cuyo claro-oscuro, la puerta, que festonea el más hermoso dintel que en la tierra existe, me parece más interrogante y enigmática que nunca.
-¿Os gustaría conocer su historia?
Es una voz serena y dulce de mujer la que me hace volver sin sobresalto; absorto, no me había dado cuenta de la presencia de esta señora de esbelta figura que, arropada con una especie de anticuado albornoz, me contempla a corta distancia.
-Desde luego que me gustaría-le contestó una vez repuesto de mi sorpresa-pero usted...
-Escuchad. Hace muchos años vivía en esta casa un prestamista llamado Efraín Galaf que tenía fama de rico y en efecto lo era. Merced a sus pocos escrupulosos negocios y a la mezquindad con que vivía, había logrado reunir más de dos mil piezas de oro y plata. Todas las noches, cuando se quedaba solo, levantaba la tapa de un antiguo pozo que había en el interior de la casa, extraía el cofre en donde se contenía su tesoro y se deleitaba contemplando su deslumbrante brillo a la luz de un candil de aceite. Tenía además Efrain una hija llamada Mariem, hermosa como un ánfora de alabastro, dulce como el maná, a la que guardaba como las niñas de sus ojos y que tenía prometida a un riquisimo pariente de Mondoñedo, viejo recaudador de impuestos. Pero un obstáculo, desconocido para él, se interponía al logro de sus planes: el levantino Johan Tusell, atractivo cuarentón de borgiana barba, que llevaba en el lóbulo el dorado anillo de los que hacían la carrera del salitre y cuyos ojos, brillantes como pulidos azabaches, habían suscitado, en el ánimo de la cándida niña, un cúmulo de preguntas inquietantes.
Una noche de otoño, cuando el dormido Efrain sonreía en sueños mientras contaba sus monedas, éstas ya volaban, callejón abajo, después de hacer girar los goznes bien engrasados de esta puerta; la luna hacía brillar la sonrisa del levantino que, en un botecillo de remar silente, abordaba su polacra, aromada con todo el salero de la tierra del sol, que levaba anclas y, antes de haber cruzado la señal con el centinela de San Damián, la dulce Mariem ya había empezado a recibir respuesta a sus preguntas.
Grande fue el alboroto organizado por el viejo Efraín, al despertar y no encontrar a su hija, y más grande todavía, rozando el paroxismo de la locura, cuando, impelido por una cruel sospecha, registró su aljibe. Arrancándose los cabellos y la barba con desesperados tirones clamó por la justicia, olvidando que la flamígera espada tórnase de hojalata si no la empuja el caudal; pretendió armar un jabeque para dar caza a los fugitivos, todo empeño vano: el viento cálido del Sur impulsaba a los amantes y la polacra de Tussel era tan sólo la albura de un pañuelo con formas de mujer que decía adiós para siempre a Ribadeo, remontadas las tierras de Villaselán.
Frenético, el prestamista mandó tapiar la puerta por donde se habían ido sus dos tesoros y maldijó, una y mil veces, a la hija infiel; pluguiendo de Moisés, de Jacob, de Abraham y de David, no le permitieran la entrada en los valles que riegan el Tigris y el Eúfrates del mismo modo que, le quedaba cerrada la puerta del que fuera su hogar.
-Y Mariem, ¿fue feliz?
-Muy feliz. El levantino, seducido por el sincero candor de la judia, siguió para siempre su luz, olvidando las de todos los puertos. Mariem fue tan feliz durante su larga vida con Tusell, que no siente la menor amargura cuando todos los años, mientras el cálido viento del sur impulsa las hojas maduras hacia el mar , se encuentra con que la puerta de su antiguo hogar continua tapiada.
Prendido en el sortilegio de la trama mis ojos no se apartan de la puerta. ¡ Al fin conocía su secreto!
-Y a usted-inquirí-¿quién le contó...?
Mi pregunta quedó flotando en el aire. De la misma inesperada forma en que se había presentado, la misteriosa señora había desaparecido.
Esta historia, imaginaria, está inspirada en la portada ciega de la que fue Capilla de Nuestra Señora de la Asunción, en el ribadense barrio de Gibraltar, a la que en 1.750, el Obispo estando de visita mandó dotar de altar, ara, y todo lo demás para celebrar misa.
que debía terminar en Cabanela y que continuamos hasta Fonte Cavada.
En algunos momentos llegamos a ser treinta y cinco paseantes aunque al final, y en este último tramo añadido, en el grupo, quedamos quince.
En la salida estaban El Progreso, La Voz de Galicia y nos acompañó por distintos lugares la TVG.
De los grupos políticos solo nos acompañó el PSOE, una concejala y el Secretario de la Agrupación Socialista en Ribadeo.
Compañeras de Atalaia nos recordaron la historia de distintos lugares como donde nació Ribadeo, recordaron a las mujeres que trabajaban en el mar, a la Mariem de la leyenda de Juan Carlos Paraje (que estuvo presente en todo el paseo ya que sus historias (Ribadensario) nos ayudan a conocer más al Ribadeo que queremos), los Peligros del callejón que lleva este nombre (ahora menos peligroso), Cabanela y el Obispo Cebeyra ... pasando por muchos, muchos parajes y recuerdos de los que paseaban.
Y claro también está el Ribadeo que no queremos, y para erradicarlo paseamos, asi que en Porcillán: el mal olor de los contenedores (que el ayuntamiento podría limpiar más a menudo y para eso pagamos los vecinos) y el abandono de los edificios que lo circundan. Amando Pérez, frente a la Aduana Vieja y las escaleras que bajan al Paseo Marítimo, con el firme hundido por el paso de camiones de gran tonelaje
Las escaleras que suben por Guimarán, un lugar cargado de historia, en estado de deterioro total e igual ocurre en Tras la Cerca (La muralla), material abandonado durante las obras realizadas en Amando Pérez y que por allí sigue. Falta un trozo de muro en la Atalaya que suponemos(esperamos), repondrán, y grietas enormes en otro de los muros de la Atalaya.
La Torre en estado de abandono y recordamos que parte es municipal y antes, sobre el Cine Colón unas tejas a punto de caer sobre quién pase por la Trinidad (Atalaia ha denunciado el hecho por escrito hace tiempo)
El camino que baja a Cabanela estaba bastante limpio pero antes, contemplamos con horror el estado de las Casas de Cabanela.
Olor a aguas fecales en Cabanela. Es decir, Cabanela y Porcillán donde nació Ribadeo, tienen ahora en común el mal olor.
Subimos por la Bajada de Cabanela a la Travesía de la Rua Nova en donde quedan restos de obras y materiales al lado del Centro de Día y por el camino de servidumbre que bordea la antigua zona de playas salimos a Fonte Cavada que estaba precioso, igual que Buenos Aires.
Pues, en sintesis, esta es la historia del paseo.
Desde Atalaia, damos las gracias a todos los que nos acompañaron en el Paseo y esperamos que los gobernantes nos tomen en serio y pongan freno al estado de abandono que sufre la parte vieja.
NUESTRA RIBERA: CARA Y CRUZ X Juan Carlos Paraje Manso
Lo que pasó -y nunca debió pasar- con el Paseo.
Resultará incomprensible ,para los no iniciados, que la cara sea lo menos cuidado de nuestra Villa, y la cara, al parecer irremisiblemente convertida en cruz (o hablando con más propiedad: convertida en nalgas) son las Huertas de Figueirúa y el Barrio de Cabanela; ese abanico en suave descenso, balcón maravilloso y soleado a la Ría, que parece esperar resignado su redención, reconocido por unos pocos como el lugar más pintoresco para la edificación que pueda tener Ribadeo e ignorado por los demás.
Cuando se inició el Paseo Marítimo algunos creímos que había llegado el momento propício para trastocar nuestro rostro hacia el Mar, hacia Asturias, hacia el Sol; que las, hasta entonces olvidadas tierras, se iban a convertir, mediante una urbanización juiciosa y ordenada, en riente escaparate, en diadema de luz, que asombrara al viajero al contemplarla desde la otra orilla... Vana ilusión, costoso empeño.
Con la construcción del Paseo Marítimo, (en la aparatosa denominación oficial “Vía Litoral de Unión entre los Muelles de Mirasol y Porcillán&rdquola costa urbana ribadense sufrió una transformación traumática, un tajo brutal. Los ilusos que vimos en este importante trabajo la oportunidad, toda la vida esperada, de integrar en el Casco Urbano de la Villa una porción de terreno, quizá la de más bellas panorámicas, los que creímos que ¡por fin!, nuestra Villa iba volver su mirada hacia la Ría y redimir las huertas y basureros de Figueirúa y el ruinoso barrio de Cabanela (que fué su origen)dando el definitivo espaldarazo a la que podía y debía ser nuestra fachada, nuestra sonrisa abierta y plena hacia las tierras asturianas, hemos visto como nuestras esperanzas se truncaban por la forma en qué fue realizada dicha obra que, paradójicamente, no acercó estas tierras al pueblo y en cambio las separó del mar.
Hasta la construcción del Paseo Marítimo (ancha vía de deleitosos discurrir tanto para automóviles como para peatones, que por cierto, el mar corroe y resquebraja implacable) era fácil a los vecinos, por senderos y vericuetos flanqueados de una aromada vegetación muy particular: laureles, rudas, fionchos, mentas, acacias, saúcos y grauñeiros, el bajar a las pequeñas playas a bañarse, mariscar o simplemente a lavarse los pies después de trabajar en las huertas. Ahora, tras la contrucción de la costosa obra, creadora de unos problemas económicos de dolorosa secuela, el pavoroso Matadero y el campizo que lo circunda están más sucios que nunca y las huertas de Figueirúa no han mejorado su exigua producción de berzas y patatas; en cambio han perdido el acceso al mar. Los vecinos se tienen que contentar con mirarlo nostálgicamente desde lo alto de un precipicio artificial. Han perdido el mar y han perdido sus modestas playas, en las que medio Ribadeo inició sus artes acuáticas, descubrió como tenían las señoras “sus cosas” y hasta, en algunos notables casos, a nadar y guardar la ropa.
Las playas que se fueron a paseo.
Tres, eran tres, las playas de Figueirúa, y, al igual que las hijas de Elena, ninguna era buena: cada una tenía su plaga. La de “Lino” vertedero agrícola y urbano del barrio de Figueirúa. La “dos Homes” propietaria de una dantesca cascacada de sangre proviniente del cercano Matadero, súbita hemorragia roqueña, horror de nadadores y solaz de una floreciente comunidad de sibaritas ratas mariscadoras. La de "As arenas" o "A Cova", vertiginosa sima con el goloso aliciente de unas tentadoras guindas inaccesibles, devoradora insaciable de toda suerte de basuras y quebrantos de los "cortellos" vecinos.
Capítulo aparte merece la de "Cabanela", la que pudo ser importante playa urbana de Ribadeo (hubo al principio el proyecto de salvarla mediante un puente), por cuya parte más alta descendía el carcajeante, mugriento chorro de aguas sucias del cercano lavadero, destartalado antro-digno sucesor del "Pipelo"-cuya techumbre hacia vibrar la atronadora algarabia de un enjambre de exaltadas hembras, siempre puestas a deshacerse el moño por un quitame allá estos trapos, y que en tiempos, por fortuna lejanos, en los que faltaba jabon y sobraba miseria, aplastaban sin piedad las pulgas contra las lápidas de sus antepasados.
La playa de Cabanela era una pequeña bahia arenosa con escalinatas a ambos lados, adornada en su centro con la pirámide de volúmen variable, del "Penedo do Galo" y que con marea propicia, era ideal para la práctica de toda suerte de artes natatorias, zambullidas, buceo, competición , etc.
Rodeada de venerables ruinas-entre las que destacan la del Palacio del Obispo don Pelayo de Cebeyra-de lo que fue junto con Porcillán , el primer núcleo urbano de Ribadeo, tenía la curiosa propiedad de disponer , sobre la misma arena, de dos manantiales de auga dulce con sus pilares de piedra, de tal limpidez y frescura que fueron sin duda deleite, en los calurosos estios de entonces, del buen prelado, al que supongo ferviente enamorado de estas riveras.
Me imagino la vida de don Pelayo en Cabanela, contemplando absorto la Ría, o interrumpiendo sus meditaciones cuando los alborozados gritos de los pescadores , que recalaban con abudante “cabezuda” o remolcando trabajosamente una ballena, obligaban a algún subdiácono pelota a asomarse al ventanal y gritar:”¡Non berrar tanto que está don Pelayo durmindo a siesta!”
No creo que el santo varón resistiese la tentación de bajar al arenal a presenciar de cerca las fascinantes tareas de los pescadores , recibir con beatifica sonrisa, el presente de un besugo e incluso ojear piadosamente las rosadas morbideces de alguna pescantina demasiado arremangadaY no sería humano si, en el buen tiempo, no abordará una espaciosa chalana y diese sus buenas zaleas por la Ría (1)
De otro modo no podía ser, siendo como era, hombre refinado y de gusto exquísito, como da de ello prueba fehaciente el que sus objetos personales fuesen los más apreciados por la Sede, (¡la singularidad de nuestra Villa siempre presente!)a pesar de su fugaz estancia en Ribadeo: unas sandalias de delicado guadamecil, que se pueden admirar en el Museo de Mondoñedo, y un báculo esmaltado de Limoges, al parecer demasiado precioso para permanecer en nuestra Diócesis y “emigrado” al Museo de Bellas Artes de Barcelona.
La flota de Cabanela.
La Playa de Cabanela era la base de una original flota de barquillas, botes y chalanos, propiedad de todas las familias del barrio y en que aprendimos muchos ribadenses a recuar, ciar y cingar, que no es cualquier cosa. Esta flota, además de singular Academia Práctica de Artes Naúticas (merecedora también como veremos más tarde de su monolito) estaba dotada de gran movilidad y polivalencia.
Detrás de su aspecto anárquico e indolente, de barcos dormidos en la cala recoleta, nunca faltaba un vigia, en dominante atalaya, que velara por su integridad, presto a gritar: ¡ Fora do bote! ¡Espera que che vou ahi, hom!
Y cuando el tiempo lo permitía levaba risones y regresaba cargada de calamares, julias, zarretas, maragotas, robalizas, farros, pintos, cabras, gallais, salmonetes, obispos, muxeles, etc. que todavía coleando eran vendidos por todo el pueblo por las mujeres del barrio con el pregon agudo y jubiloso:¡Ay que pescado vivooo! , que provocaba el estrépito de platos , revolución de amas de casa y congresos de gatos.
Cuando el invierno se acercaba, la flota de Cabanela surcaba las aguas, Ría arriba y regresaba de las fragas de Reme o de la Regueiría con los careles a flor de agua, cargada de leña y piñas con que combatir, en sus inhóspitas moradas, el frio de las heladas y la mordedura del nordés (2)
Pero el momento estelar de la flota de Cabanela fue en el año 1.936, crucial en nuestra Historia, en el que muchas personas de nuestra Villa, a causa de las ideas políticas que sustentaban, salvaron la piel, al acudir presurosas al barrio bajo y abordar las humildes naves -indiscutibles barcas de salvación-que en un pricipitado bogar las conduciría a Figueras. Por cierto que una de ellas fue, el entonces alcalde, don Rafael Fernández Cardoso, jacarandoso andaluz que nos dejó las calles principales pavimentadas y el recuerdo cariñoso de su seductora sonrisa redivivo en más de cuatro parroquias.
Después con la paz vino el estraperlo, y con él el tragicómico comercio con la margén asturiana. ¡Cuántas necesidades ayudo a mitigar la Flota de Cabanela! De una forma callada, furtiva , fuera de la ley, las frágiles embarcaciones , hábilmente conducidas , en las pequeñas calas, al cobijo de la niebla, al amparo de la noche, transportaban ininterrumpidamente, burlando la celosa vigilancia, a la otra orilla-de una Ría una vez más convertida en absurda frontera-patatas, alubias, cerdos, ovejas, etc., en un tráfico que hoy nos hace sonreir pero que entonces era vital para la otra ribera.
Ahora , que todo aquello, es una mínima historia, desconocida incluso para la mayoría de los ribadenses , ahora que la flota de Cabanela desapareció ,que donde susurraban las ondas y latían los cangrejos, pastan los burros y cantan los grillos, y las casas inhabitables encaramadas en el barranco muestran sus cuencas vacias, mientras las torres, antaño señoras hoy decrépitas, se asoman indiferentes en lo alto, me parece obligado dejar esta urgente, modesta, intrascendente,nostálgica, constancia.
En 1.623 vinó el Obispo y salió a zalear con su comitiva hasta fuera de la Ría (Actas municipales)
También traían, a veces, sellas de pino-en una ocasión por error de cálculo en la tala dejaron sin luz a medio Castropol- que eran convertidas en tabla, usada para chalanos y reparaciones hogareñas, en un aserradero clandestino instalado en la misma playa.
*Nota de Atalaia: Y en este paseo, los de Atalaia, tendremos muy presente a Juan Carlos Paraje Manso que tanto amó a Ribadeo.
A las cinco de la tarde en la Casa da Xuventude asisten 7 socios y disculpan su no asistencia 4
Se procede a la lectura del acta anterior.
Entendemos que las propuestas a los grupos políticos podemos defenderlas cualquiera de los socios, pero, de convocarnos el Ayuntamiento, nos reuniriamos para concretar ciertos puntos.
Organizamos el Paseo de mañana y se distribuye algún cartel más.
Quedamos en que la asamblea del 2 de julio, de hacer buen tiempo, se celebrará en Cabanela.
En Ruegos y preguntas, presentamos los escritos presentados y un poco la respuesta en la Prensa local de las notas de Atalaia. Se presenta el periódico "Actual" que muchos de nosotros desconociamos. El número que presentamos, aparte del boletín de Atalaia sobre Literatura y el Ribadeo que no queremos, trae mucho de subvenciones, trabajos.. aparte de anuncios (Cuenca del Navia y del Eo)
Debatimos sobre distintos asuntos y formas de enfocar en lo que ahora se está trabajando y sobre todo en lo referente a la participación ciudadana ya que es obviada por completo en este Ayuntamiento de Ribadeo.
Quedamos en hacer uso de todos los canales de participación y estudiar todos los compromisos que en esa materia tienen firmados el Ayuntamiento.
Presentaremos preguntas al próximo Pleno que se quedan en redactar sobre los puntos tratados.
A las siete de la tarde, terminamos la asamblea.
X Juan Carlos Paraje Manso.
Tu fuches o que lle roubaches as ferraduras o can do alcalde ...(Acusación infantil ribadense)
Hacía meses que no iba por la empinada, estrecha, rectilinea, soleada, siempre querida, calle Ibañez-escenario de mi niñez- y no me había enterado de la limpieza efectuada en el solar existente entre el Club de Ancianos y la Guardería Infantil, donde quedaban, ocultos bajo una maraña de maleza, los restos del tendido de sombra de la Plaza de Toros de Miramar.
Me dió la noticia mi socio: Quedó al descubierto un arco de los tiempos de Ibañez...-me dijo Díaz, todo emocionado.
-¿Arco de los tiempos de Ibañez? Será la bóveda que forma la escalinata, una de mis guaridas favoritas en la huerta de Casas; allí se guardaban las herramientas y las zuecas... Por cierto, allí dicen que estaba enterrado un perro...
A la tarde fui a verlo. Efectivamente, el arco que formaba el descanso y los escalones ha quedado al descubierto pero el nicho aparece paredado recientemente.
-Los niños sacaron unas tablas y huesos de ahí..- me dice una vecina a la que explicó el motivo de mi visita, y están todos intrigados. Bromeando decían que ahí estaba el tesoro de Ibañez...
Siento una intima satisfacción al comprobar que mi información no era una fábula. Veinticuatro horas después, la buena fortuna y una rauda gestión, me llevan a estar charlando comodamente con don Celestino López Martinez, vecino de Piñeira y, durante seis años, jardinero en la Casa de Casas y único servidor que puede contarlo, que me dice.
-Si, hombre, yo ayudé, hace aproximadamente medio siglo, a enterrar a “Chichito”.
Le hicimos, por orden de las señoritas, un nicho cavado en la pared, bajo el descanso de la escalinata que comunicaba el parque con la huerta. Don Emilio de Rigueiro que era el carpintero de la casa, le construyó una cajita igual que para un cristiano, donde metimos al mimado faldero.
¡Iba bueno de comer bistés de solomillo!, que le cortaban en trocitos todos los días. El perrito, un pequeño lulú de blancas guedejas, vivía como un principe: lo bañaban y lo perfumaban a diario y, adornado con un lacito, era el juguete de las señoritas.
Peor vida-sin duda-pero mejor panteón, tuvo “Diana”, la perra de una anciana señora, casi ciega, que murió en la calle de Reinante; una vez enterrada su ama, la perra se negó a comer y no hubo forma de apartarla de la puerta del Cementerio, en donde murió, aullando lúgubremente. Los herederos de la señora, personas de rara sensibilidad, hicieron esculpir la efigie del fidelísimo animal en un grueso bloque de mármol, (hoy cuidadosamente guardado por personas amantes de las curiosidades de su pueblo) que colocaron en la parte baja de su nicho, situado más o menos en la puerta principal del actual Parador de Turismo, y que era el atractivo más poderoso, además del macabro puzle del osario, de los niños que visitábamos el Cementerio Viejo.
Mala vida - y sepulcro ignorado- tuvo “Boabdil”, un setter de manchas canela, al que unos individuos (de cuyo nombre no quiero acordarme) tuvieron la ocurrencia de meter en el tenebroso subterráneo existente en la Torre Julia de la antigua fortaleza de los Condes de Ribadeo, sita donde actualmente está emplazado el Palacio de los Morenos. Quisieron confirmar la antigua creencia de que tal subterráneo tenía salida al mar, por la Cova da Vella, y, efectivamente, a los tres o cuatro días de haber encerrado al perro en la tétrica poterna, apareció en Porcillán hecho una lástima: cojo de las cuatro patas, semi-ciego, lleno de mataduras y con la fe en la especie humana perdida para siempre. Con su hazaña el pobre chucho venía a demostrar, a la par, la inconsciente crueldad de los hombres y la veracidad de un legendario aserto.
x Juan Carlos Paraje Manso
Las reiteradas y recientes reparaciones a que ha sido sometida la Avenida de Asturias y de General Franco, que la mantuvieron por largo tiempo impracticable, ha sido causa de que nuestra vieja, estrecha y zigzagueante calle principal (léase de Villafranca y de Rodríguez Murias) haya vuelto a convertirse en travesía obligada -regulada por semáforos- para toda clase de vehículos que circulan de Galicia hacia Asturias y viceversa, cuyos conductores, al pasar, vacilantes y sombrados, por las horcas caudinas del vergonzoso cañigote, se acordarán frecuentemente de nuestros antepasados más inmediatos.
Por haber estado enclavado en ella (en el lugar que ocupa la casa número 3) el Hospital de San Sebastián-cuyo origen se remontaba al siglo XII y que dejó de prestar servicio a mediados del XIX-anteriormente se la llamó calle del Hospital.
En 1.750 fue empedrada y a principios de siglo pavimentada de cemento, con estrías trasversales para evitar que resbalaran las caballerías, y se encargaba de mantenerla impecablemente limpia una señora de Obe pagada por los comerciantes en ella establecidos.
En esta época estuvo a punto de ser llamada de Alvarez Cascos, pero el ingeniero asi nombrado, tal vez impresionado por la tremenda responsabilidad, declinó ese honor.
En Abril de 1.909 el Ministro de Fomento firmó la Real Orden para incluir, en el plan de ferrocarriles secundarios, la linea de Villaodrid a Villafranca del Bierzo. La realización de este proyecto cuya memoria había elaborado el Sr. Lazúrtegui González en 1.902, suponía la salida al mar por Ribadeo, del producto de las ricas explotaciones mineras del Bierzo, la definitiva mayoría de edad para nuestro puerto y, como consecuencia, la transformación de nuestra Villa en la Ciudad augurada por Ibañez.
No es pués de extrañarse el que se apoderara de los ribadenses un entusiasmo indescriptible y de que celebrarán con cohetes, música y baile tan fausta noticia.
Entre las villas de Villafranca y Ribadeo se cruzaron telegramas de mutua congratulación primero, nutridas embajadas de autoridades y personas destacadas después para culminar con los acuerdos de ambas Corporaciones (en julio de 1.910) de dar el nombre de Ribadeo a la calle del Agua, en Villafranca, y de Villafranca a la del Hospital en Ribadeo.
En unos tiempos en que los boticarios eran músicos: los abogados. Periodistas; los médicos, poetas; los militares y curas, escritores; y había en Ribadeo más de cien personas capaces de improvisar un discurso, resulta agobiante la lectura de los periódicos de la época, en los que, con fuego graneado, rivalizaron las dos villas en intercambiarse parabienes, tributarse elogios, ofrendarse poemas, regalarse adjetivos y rendirse homenajes, en el rimbombante lenguaje en boga, mientras se prometian solemnemente “no descansar hasta abrazarse con el ferrocarril”
Entretanto y para reparar fuerzas después de tan apasionados y melífluos transportes, los ribadenses recibían a los representantes de Villafranca con la siguiente cena que servida en el Hotel Lamas el 3 de junio del 1.909, mantuvo en activas labores de masticación a los esforzados pro-hombres hasta altas horas de la madrugada:
Tortilla francesa.
Langosta del Cantábrico.
Pollos asados.
Salmón del Eo.
Ternera a la gallega.
Entremeses. Postres.
Vinos: Rioja, Sauterne y Champagne de la Viuda de Cliquot y Pommery, café, licores y habanos.
A lo que correspondían los villafranquinos -para que la fiesta no decayerá – al obsequiar a los enviados ribadenses con el banquete servido por el Gran Hotel de la Condesa en el peristilo del Teatro Villafranquina el 13 de julio de 1.910:
Esparragos con salsa.
Solomillo a la berciana.
Trucha del Burbia.
Pavo trufado.
Langosta en salpicón.
Pollos asados.
Entremeses. Postres
Vinos del país (varias marcas) Champagne Viudade Cliquot y Codorniú. Café, licores y habanos.
Por cierto que don José Alonso López, con farmacia en donde había estado el Hospital-en cuya fachada se colocó en 1.972 una placa alusiva al actual Presidente de la Real, don Dámaso Alonso-se apresuró a proveerse para su oficina de un sello de caucho con el nuevo nombre-aún antes de que las placas se hubiesen cambiado-actitud honrosa y digna de loa a juicio del redactor de “Ribadense”
Desde siempre que se recuerde, hasta el presente, la calle de Villafranca y su continuación, de Rodríguez Murias-vulgo Cuatro Calles- ha sido el escuálido pasadizo-escaparate que nos obliga a los ribadenses a estrechar lazos, entre saludos, codazos y pisotones, cuya dislocada linea las recientes construcciones respetaron, con celo digno de mejor causa, y en donde es obligado el exhibir ante los convecinos el tipo, la ropa, el coche o la novia.
Esta querida calleja en suave pendiente, canija, estrecha de pecho y sietemesina, fue conservada contra viento y marea por los capitostes de la Villa como monopolizadora del paso por Ribadeo y no regatearon esfuerzos para impedir que se construyera otra travesía (para mi gusto hasta la Villavieja tendría que haber por lo menos seis) hasta que en 1.967, al abrirse la nueva Avenida ,antes mencionada, se le renovó el pavimento (por cierto de forma bastante deficiente) y las aceras, de las que se conservaron, como reliquias, los antiguos bordillos, malos, desiguales y del tamaño de chorizos peseteros.
También fueron derribadas parte de las casas números 9 y 11 que estrechaban la calle hasta el extremo de quedar, en ocasiones, atascado algún camión de aparatosa carga.
Al realizar este ensanche desapareció un artístico exhibidor de madera tallada con rótulo de cristal, que ocupaba la esquina formada por las casas 11 y 13, que utilizaba el Teatro y que había sido colocada por el fotógrafo don Benito Prieto en marzo de 1.911.
En el derribo de la casa número 9, en donde estuviera la sastrería de don Francisco Fernández -llamado “das Picarolas” por haber vivido en ese barrio y “dos Pasos” por su habilidad como futbolista- se encontró sobre una viga una caja de plomo herméticamente cerrada, cuyo contenido, que he tenido en mis manos y que no desentonaría en una novela de Agatha Christie, era el siguiente:
Unos gemelos, una pluma, una bola de lotería con el número 15 y un frasquito, todo ello de marfil. Un pequeño cestillo de plata y unos pendientes -asimismo de plata-con piedras blancas, rojas y verdes. Una cinta negra de sombrero, un pañuelo tinto en sangre y un nombramiento de Capitán de la Tercera Compañía del 1er Batallón del Regimiento de Infantería de Aragón, a favor de don Gaspar Sainz, firmado en Palacio el primero de agosto de 1.789 por S.M. El Rey D. Carlos IV.
Cita: |
“Y parece que los Concejos de Cangas y Tineo debían por su rata cinco doncellas hijasdalgo y llevándolas cinco moros a quien se habían entregado, en la ribera del río Sil, viniendo de romería de Santiago un Álvaro Fernández de Miranda, se hincaron las doncellas, de rodillas ante él, pidiéndole las librase de los moros, el cual entró en batalla con ellos y los mató y libró a dichas doncellas y las volvió a sus padres y de allí se fue al rey don Ramiro I, pidiéndole de merced que no se pagasen de allí en adelante aquellas cien doncellas, mediante ser un menosprecio de la honra de Dios y suya, y a esto le ayudaron otros caballeros dichos Ponce de León. Por ánimo suyo, el rey don Ramiro I, juntó a su gente y salió de León contra los moros, los cuales ya venían contra él por haber negado dicho tributo y en la villa de Clavijo fueron vencedores los de don Ramiro I con la ayuda del apóstol Santiago que milagrosamente apareció en la batalla, como cuenta la historia del rey don Ramiro I y fue redimido el tributo. Y en memoria de esto se hace una fiesta de las doncellas en la ciudad de León, día de Nuestra Señora de Agosto. Y por esta batalla de dichos cinco moros, de los cuales libró a las doncellas el tal Miranda, fueron dadas por armas a los de Miranda y a los Ponce de León las cinco doncellas"./Foro de Xenealoxia.org |
Lugar: Casa da Xuventude/ Hora: 5 de la tarde
1) Lectura acta anterior
2) Preparar propuestas que se lleverán a los Portavoces de los Grupos políticos municipales
3) Organizar el paseo por la Parte Vieja.
4) Decidir si por el verano las asambleas de Atalaia se celebran en plazas, parques de Ribadeo, al aire libre como se tienen celebrado los concejos abiertos.
5)Ruegos y preguntas
Diseño de nuestro compañero Luis López Sierra. La A de Atalaia y el circulo que simboliza la unión, el equilibrio del orden natural, que no existe un mando central, sin lideres...
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El nombre con el que pretendía publicar Juan Carlos Paraje sus artículos, proyecto que su prematura muerte fustró.
Esta es una primera entrega y podeis descargarla aqui http://sites.google.com/site/miradasdesdeatalaia/
Para el que no tenga acceso a internet, Atalaia distribuirá en papel la publicación a través de sus socios.
La Constitución Española de 1978, otorga carta de naturaleza a la Participación, declarando que corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integran sean reales y efectivas, remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
En su artículo 23: “los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos, directamente, o por medio de representantes…”.
Pero el gobierno municipal de Ribadeo, pese a las peticiones vecinales de puesta en vigor de un Reglamento de Participación Ciudana, pese a que en los años 90 se aprobó un Reglamento de Participación Ciudadana, pese a compromisos que firma y que le obligan a fomentar la participación... hace caso omiso de todo, mientras nos habla de democracia.
«o Bloque quere democracia para Galicia -continuó- empeza a aplicar esa democracia transparente e participativa na nosa propia casa».
"El Estatuto debe "consagrar para el gallego la misma protección jurídica que la Constitución brinda al castellano, estableciendo además que el gallego, como lengua propia del país, sea la lengua de uso preferente de la Administración, en la Justicia, en la enseñanza, en los medios de comunicación y, en general, en todos los servicios que se presten al público".
"Asimismo, según el BNG esta nueva ley "debe servir para proteger del autoritarismo y caminar hacia una democracia participativa" y "dar respuesta a la cuestión pendiente de la organización territorial de Galicia, superando el marco provincial y reordenando la planta municipal".
"Beiras incidió en la línea marcada en 2005 cuando se celebró la XII Asamblea, en la que se cambió el modelo organizativo del Bloque, de modo que sus 8.000 militantes ya no tendrán derecho a voto directo, como hasta ese momento. Por ello, reafirmó que 'siendo fieles a las claves' marcadas hace un cuarto de siglo se conseguirá la autodeterminación.
En este sentido, enumeró los conceptos de 'hermandad, soberanía popular, democracia participativa, república e izquierda, porque no hay transformación nacional sin un prisma de izquierda', como bases salidas de la asamblea de Riazor y que, a su juicio, deben seguir guiando la política del BNG. Con todo, admitió que la 'emancipación sólo se puede llevar adelante a través de un único proyecto común que vertebre a todos', haciendo un llamamiento a la unidad del nacionalismo dentro de la formación que lideró más de una década."
En otros lugares "La portavoz del BNG en Cerceda, Rocío da Igrexa, presentó en el pleno municipal del viernes un ruego en el que reclama la elaboración de un reglamento de participación ciudadana, y anunció que su formación elaborará una propuesta concreta, que será presentada en el Ayuntamiento próximamente."http://www.lavozdegalicia.es/carballo/2008/03/31/0003_6692606.htm
En A Estrada Con la publicación del BOP, el reglamento queda aprobado definitivamente y entra en vigor. Son unas normas que propuso en su día, una vez que se constituyó el gobierno bipartido en el Concello estradense, el departamento municipal de Participación Ciudadana y Deportes, del que se encarga Xoan Carlos Castro, edil del BNG.
http://www.lavozdegalicia.es/deza/2008/03/19/0003_6664617.htm
Lois Pérez Castrillo político gallego. Nació en 1961 en Vigo.
Estudio Magisterio en el Seminario de Vigo. Se afilió al Bloque Nacionalista Gallego en 1986. Concejal de Participación Ciudadana (1991-95), donde se elaboró el Reglamento de Participación Ciudadana de Vigo cuando el Bloque participó en coalición con Carlos Alberto González Príncipe (PSOE) como alcalde, cuando el BNG obtuvo 1 concejal, 2 Partido Socialista Galego-Esquerda Galega y 11 el PSOE./Wikipedia
En Ribadeo la participación se reduce a formar parte del Consejo Sectorial de la Mujer y en este Consejo no se cumple el Reglamento que lo regula ya que ni se aporta documentación a quienes participan, ni se convocan las Comisiones (al menos a los de Atalaia no se nos convoca y estamos en la de Violencia de Género)
Temas como la información pública a proyectos que afectan a los vecinos han desatado protestas como ha sucedido con el Plan Sectorial de Vivienda o como la Linea de Alta tensión para el futuro poligono industrial.
Comienza a las seis y media y termina a las ocho. En la Casa da Xuventude.
Acordamos un orden del día para presentar a los portavoces de los distintos grupos políticos y que publicaremos en breve.
Discutimos sobre las distintas lineas existentes para defender esos puntos
Preparamos actividades comunes.
Comenzamos a las cinco de la tarde en la Casa de la Xuventude.
Asistimos diez socios y disculpan su no asistencia cuatro.
Se leen las actas de las dos asambleas anteriores (7 y 15 de mayo)
Se leyeron distintos escritos de correspondencia, entre ellos la convocatoria del alcalde a la "mesa de asociaciones" a la que declinamos ir (por los motivos expuestos aqui : https://atalaiaasocvecinos.blogcindario.com/2009/05/01169-y-como-rectificar-es-de-sabios-hemos-decidido-no-acudir.html 
Se aporta el escrito que se ha presentado hoy sobre el peligro que ofrece, ahora mismo, el Casco Viejo, y que como el no asistir a la convocatoria ha sido consensuado previamente aunque no proceda el acto en si de asamblea.
Se presentan borradores de distintas publicaciones: el Ribadensario que recopila varios artículos de Juan Carlos Paraje y un boletin sobre don Amando Suárez, a mayores uno de denuncia sobre la Torre y que quedamos en ir pasando a la prensa.
Se presentan otras actividades que se publicitaran en breve y dos escritos que se queda en redactar y presentar una vez corregidos.
A las seis y media termina la asamblea.
Al Sr. Alcalde-Presidente
EXCMO. CONCELLO DE RIBADEO
A ATALAIA, ASOCIACION DE VECINOS, con domicilio en Acevedo Rodríguez 4, de Ribadeo
EXPONE
Que Dada la PELIGROSIDAD y ABANDONO de determinadas zonas y puntos negros en el Concello de RIBADEO ( se adjunta material fotográfico),
Y es por lo que,
SOLICITA
La rápida intervención a quien corresponda y se adopten urgentemente las medidas precisas y necesarias.
Ribadeo, 4 de Junio del 2009
ASOCIACION DE VECINOS A ATALAIA
Se adjutaron estas fotoss de denuncia:
https://requerimentosatalaia.blogcindario.com/2009/04/00076-plancha-de-encofrar.html
https://requerimentosatalaia.blogcindario.com/2009/05/00090-vive-perigosamente.html
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A pie de Barrio. Red social promoción salud. | 11/06/09 | | Gijón |
Centro Municipal Integrado de El Llano. C/ Río de Oro, 37 |
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A pie de Barrio se acerca junto con la Asociación Renta Básica de Asturias, a este debate sobre los derechos ciudadanos. Desde la perspectiva de la promoción de la salud, los ingresos, la vivienda y la alimentación son los tres factores principales para garantizar unos niveles de salud mínimos en toda la población. En el marco de una crisis económica del sistema neoliberal donde las desigualdades sociales se acrecientan y las posibilidades de mejora disminuyen, se hacen más necesarios que nunca los debates, que como este, plantean alternativas para proveer a la población de ciertos recursos mínimos de subsistencia.
“La Renta Básica,una propuesta en tiempo de crisis”
Invitado: Daniel Raventós http://www.redrentabasica.org/textos/index.php?x=813
Juan Carlos Paraje Manso
-¿Por qué ese seudónimo de “El Viejo Pancho”?-le preguntó mi padre en una de sus cartas-”Lo de viejo porque ya lo vamos siendo, Ramón, y lo de Pancho en memoria de nuestro padre que era un bendito...”
Doña Paquita A. Trelles, sobrina de “El Viejo Pancho” no me ha preguntado quién era ni de dónde venía; simplemente, al estilo de Castropol, me ha franqueado la puerta de su casa situada en el triangular remanso de la Plaza de Rivadía de este encantado burgo y con una amable sonrisa me cuenta cosas de su famoso tío, en la salita breve cuajada de recuerdos.
José María Alonso Trelles y Jarén nació en 1.857 en la ribadense Calle de las Angustias (1), hijo de don Francisco, de Trelles (Navia) y de doña Vicenta, de Ribadeo, ambos maestros de primeras letras.
Cuando tenía seis años, la familia se trasladó a Navia en donde vivían varios hermanos de don Francisco, entre ellos el exclaustrado bernardo Fray Felipe. No volvería el poeta hasta cumplir los quince años, para seguir, en la Escuela de Naútica y Comercio de Ribadeo, los cursos de 1.872 a 1.874 y relacionarse con las familias de don Pepe Guapo (en cuya casa de Ingeniero Schultz vivió su hermana doña Carmen, maestra nacional en Castropol y Betanzos) y doña Casimira Pérez del Injerto ,Abuela de los Otero Aenlle.
Causa de su estancia en Navia fue el que durante mucho tiempo, en España y en América, se le considerase asturiano hasta el punto de que: “...me querían homenajear como hijo distinguido de Navia y yo sin enterarme.¡ Así se escriben las historias!”
A los diecisiete años -ya huérfano de padre- emigró a la Argentina, y en la localidad de Chivilcoy es peón de pulquería y dependiente de comercio hasta que en 1.877, por razones que se desconocen, se traslada a El Tala donde contrajo matrimonio con Dolores Riccetto, hija de su patrón. Luego de una desafortunada intentona mercantil en tierra brasileña, en donde nacen sus dos primeros hijos, retorna a El Tala para asociarse con su suegro. Allí fundó “ El Tala Cómico”, semanario satírico realizado totalmente por él, de unos cien ejemplares de tirada.
Pero donde habría de hacerse famoso sería en otra publicación editada en Montevideo, nombrada “El Fogón”. En este periódico con el seudónimo de “El Viejo Pancho” que había adoptado en 1.899, verían la luz la mayoría de sus composiciones poéticas, de ambiente y lenguaje gauchesco, que gustaron extraordinariamente y se hicieron populares hasta el extremo de ser memorizadas y recitadas por las gentes de las riberas del Plata y cantadas por la voz apasionada de Carlos Gardel. Gracias a Eduardo Piriz, uno de los celosos coleccionistas de “El Fogón”, fue posible el compilarlas para formar el libro “Paja Brava”, cuya primera edición apareció en 1.916, pues Alonso Trelles (que fue, también sin proponerselo, Diputado en 1.922 junto con los también literatos Roxlo y Viana) nunca había tenido esa intención ni guardaba copias.
En rigor, quién “escribía” sus versos era su hijo predilecto Homero A. Trelles Riccetto, único que se dedicó con fervor a las tareas camperas y del que su padre solía decir con orgullo: “Mi mejor poema es mi hijo Homero, que me salió gaucho!” Compañero inseparable de su padre, cuando a lomos de buenos caballos hacían largos recorridos por tierras de Tala, Canelones, Minas y Florida, donde el aprecio a su consejo de escribano era tan solo superado por el dispensado a sus versos, “El Viejo Pancho” empezaba a tatarear o a silbar algún aire campero, al sonoro compás de su cabalgadura, y luego canturreaba en voz baja el verso. Y tras una pausa silenciosa decía : “Creo que me salió...” Y el poeta lo recitaba para su hijo, dando al aire el poema recién nacido, en el escenario melancólico y bravío de la Pampa que lo había inspirado. El tenía una gran confianza en la memoria de Homero que, cuando llegaban a su destino, escribía el poema que había creado su padre a través de los campos.
A don Ramón A. Trelles y Jarén, Jefe de Telégrafos de Castropol, no le hacían, al principio, mucha gracia los versos en lenguaje criollo que le enviaba su hermano. El también tenía una gran facilidad para versificar y sus regocijados amigos solían instarle para que les obsequiara con sus composiciones jocosas- que don Ramón improvisaba sin escribirlas jamás- alusivas a personas o circunstancias de la vida local. Sus hijas le reprochaban de continuo su manía de hablar con pareados y expresarse con frases rimadas.
Cuando un día, acompañando sus versos, “El Viejo Pancho”, ya un idolo popular, le escribió:”...no hay un solo día que no me sorprenda la lente fotografica ... eso me hace pensar que tal vez mis pobres versos criollos proyecten alguna gloria sobre el dintel de nuestra casa de Trelles...”
-¡Bueno! Eso ya no lo aguanto... Va a ver este engreído -clamó don Ramón ante lo que consideraba una fanfarronada-Y acto seguido contestó a su carta, enviandole como contrapartida el racimo de onomatopeyas, síncopas y sinalefas del pintoresco lenguaje criollo -que él consideraba un galimatias.- alguna hilarante copla de las suyas, con motivos castropolenses, escrita en el galáico- astur del Eo.
En 1.906 el poeta hizo un viaje a su patria natal. Se sorprendió al ver Ribadeo al que no creía tan grande ni tan avanzado en inquietudes culturales. Visita a las viejas amistades y pasea por las calles y arrabales, contrastando la agridulce certidumbre de que él “ya no es de aquí” que ya se encuentra diluido y forma parte de la tierra del Plata. Vive con su madre en Castropol, en la histórica casa de los Menéndez Pelayo ?, en aquel entonces Escuela Nacional (2), y desde su mirador otoñal su sensibilidad atesora, con nitidez fotográfica, las estampas de la tierra y el mar que le vieron nacer y la imagen ratonil del trenecito traqueteante y humoso con el que sonaría en su casa de El Tala.
Porque aquel gallego, alma grande, al revés que tantos otros, fue hacer la América y la América lo ganó a él.
Y de este modo, el trozo de Paraiso que eternamente ciñen el Navia y el Eo le regaló al Uruguay un poeta, un hijo auténtico y cabal, intérprete sutil y apasionado del alma recia, tierna y atormentada de su tierra que lo proclama Poeta Nacional.
Hoy lleva el nombre de “El Viejo Pancho”y en la casa número 10 hay una placa que lo recuerda. Hay un busto del poeta en el Parque y otro y del cuadro ecuestre en la Biblioteca Municipal que lleva su nombre.
Tiene al presente en su fachada una placa alusiva a Menéndez y Pelayo.