Fuente de Cuatro Caños, cuánto me recuerda, aquellos maravillosos años, aquellos juegos en su plaza, aquellas madres de tertulia, y costura,La Portuguesa, a la que vendíamos piñas, recolectadas en montes cercanos, Primitivo, que nos deleita...ba, con sus notas de puntero, El valenciano, que hacía el deleite de todos, con sus acordes de guitarra, Carrancas zapatero, que acompasaba, con golpes de bigornia, modelando suelas y espais, para distinguidos caballeros,Maximino el hojalatero, misterioso personaje, que espiabamos cuando se adentraba en el Campo Santo,a leer la prensa, a su difunto padre, que yacía enterrado, en no menos misteriosa tumba, acompañado de su can,que aullaba, al escuchar los tañidos de las campanas de cualquier iglesia próxima, y tantos y tantos vecinos,a los que quiero recordar, con mi mayor respeto, y cariño.