COMPAÑERO
Caminando por la senda
de un campo verde,
en enero,
compañero,
soñé con la vieja aldea.
Y al poder verte,
quise hablarte de mis penas,
de mis castigos,
de amores,
de dolores
que me destrozan las venas...
y los sentidos.
Confesé todos mis miedos
y mis temores...
contigo;
y así sigo,
esperando de los cielos
mil y un perdones.
Recordé tiempos pasados,
viejas historias
y vivencias:
experiencias
que hablan de mis fracasos
y de mis glorias.
Te conté todos mis sueños,
mis ilusiones,
desencantos...
¡fueron tantos!
que he perdido mis anhelos
y mis pasiones.
Volvió mi mente al recuerdo
de lo vivido,
a comprender
(sin yo querer)
que el pasado es un momento
que ya se ha ido.
Continúo, por la senda
de mi presente,
mi camino.
Y el destino
(en mis ojos una venda)
me guía siempre.
Largas noches de desvelo,
sueños de día,
desaliento.
Veo el viento
que se esconde entre mi pelo...
y me da vida.
Sombras tristes se amalgaman
en el olvido
de mi mente,
y en mi frente,
las notas acompasadas
de mi destino.
Y te conté mis andares
por otras sendas
muy lejanas.
Y al dejarlas,
reviví bellos cantares
de hadas y poetas.
Y te hablé de aquella barca
que compartimos
un buen día.
Y en mi ría,
dejamos trocitos de alma
cuando partimos.
Luna pálida de invierno,
noche plateada
que me hieres.
Di: ¿qué quieres?
Sueños son para el recuerdo.
Para más nada.
Sueños que a veces son reales,
otras mentira.
Y ¿qué importa?
si el idiota
ve embustes en verdades
y amor en ira.
Halla el loco sus desmanes
como agua clara.
Y así ve,
igual que cree,
que otros son los anormales...
y los acalla.
¿Dónde el fin de la cordura
y lo asesado?
En la vida,
si bien miras,
casi todo es locura,
si no es engaño.
Velo en mis largas noches.
Sueño despierto.
Y el mañana...
(sí, mañana),
se yergue ante mí a voces...
pero en silencio.
Y puedo ver despertares,
loor a tierras,
amoríos...
Mas, me hastío
al contemplar las ruindades,
dolor y guerras.
Largo trecho he recorrido
para al fin llegar,
compañero,
al destierro
del odio y del olvido,
y otra vez andar,
recorrer la amarga senda
que es nuestra vida,
sin duda alguna.
Mas, por fortuna,
voy con la esperanza plena
y el alma viva.
Ribadeo, 20 de febreiro de 2012.